viernes, 15 de agosto de 2014



Festival y Paro en el Litoral 


Elizabeth Castillo Guzmán
Agosto 14 de 2014

Esta semana el Litoral Pacífico es protagonista de dos noticias muy sonadas en los medios de comunicación nacional. 
El 11 de agosto amanecimos con un paro cívico en la costa pacífica, que a la fecha de hoy, suma doce municipios caucanos y nariñenses. Las razones de este levantamiento ciudadano se resumen en una palabra: inconformidad.
Se trata de poblaciones cansadas de la corrupción y el olvido, una combinatoria que produce hambre, analfabetismo, enfermedades y muerte social. Como lo han repetido en las emisoras radiales los voceros del paro, “un hombre negro con hambre, encerrado y abandonado puede hacer lo que sea”.
Dos días después de iniciado esta protesta pacífica, se inauguró en Cali el XVIII Festival Petronio Álvarez, evento que comenzó un 9 de agosto de 1997 en homenaje a Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero, músico y folklorista nacido un primero de octubre de 1914 en el puerto de Buenaventura. Este evento se ha convertido en uno de los más prestigiosos de Colombia, que convoca las expresiones más tradicionales de la música del Pacífico, al tiempo que da cabida a nuevos géneros de fusión provenientes de agrupaciones jóvenes. Una semana entera para rendir tributo a los sonidos de las marimbas de chonta, los violines caucanos y las chirimías chocoanas.
Gentes de Guapí, El Charco, La Tola, López de Micay, Timbiquí, Mosquera, Barbacoas, Olaya Herrera, Francisco Pizarro, Santa Bárbara de Iscuandé, Magüi Payán y Roberto Payán, arriban con sus delegaciones cada agosto de cada año, para celebrar con sus “paisanos” de las colonias residentes en Cali, el mayor encuentro de la música afropacífica. Vienen de los municipios que a esta misma hora, protestan a la espera que el gobierno nacional atienda viejos acuerdos incumplidos   
Festival y paro. Dos imágenes de una misma realidad y una larga historia donde la risa y el dolor se juntan en los mismos troncos familiares, pero en geografías distintas.
250 mil personas reunidas en las Canchas Panamericanas de Cali, a la espera de agrupaciones de música que compiten por los premios Petronio Álvarez.
250 mil personas reunidas en las cabeceras municipales del Litoral Pacífico, a la espera de soluciones a temas urgentes de agricultura, salud, educación y seguridad.
Hace un siglo cuando don Petronio Álvarez nació, las regiones del Pacífico colombiano, parecían estar por fuera de los linderos de la nación. Por esa circunstancia el político caucano Sofonías Yacup, reclamaba en los años treinta el desarrollo para estos pueblos sin acueductos, vías de comunicación, escuelas u hospitales. De esta tremenda y dolorosa realidad surgió su metáfora Litoral Recóndito (1934).
Han pasado cien años desde que nació Petronio Álvarez, 70 desde que Yacup escribió su denuncia sobre la marginalidad de la costa pacífica colombiana, más de cinco paros regionales en los últimos treinta años  y 18 festivales desde 1997.
La música florece en medio de la guerra y la situación empeora con los días.

 Tienen toda la razón unos y otros, para celebrar y protestar…

¡Ojalá los de la fiesta no olviden que la música de marimba y chirimía viene de donde están en paro!
En el 2013 el grupo quibdoseño Rancho Aparte obtuvo el primer lugar en la modalidad de chirimía con el tema “Devuélveme a mi Campo”, una canción dedicada a los campesinos que se han desplazado y han abandonado sus tierras:

El oro bañado en sangre,
el campo se queda solo,
no tiene ningún valor,
digan sí a la vida,
vuelvan al campo a sembrar,

si el campo se queda solo
no tiene ningún valor,
volvamos al campo,
volvamos a labrar,
devuélveme mi campo que yo quiero sembrar.
(Grupo Rancho Aparte, 2013)








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