Mujeres y ciencia este 8 de marzo
Elizabeth Castillo
Guzmán*
Marie Curie fue la primera mujer
en recibir en 1903 el premio nobel de Física y la única a quien se le otorgó
esta distinción en dos ocasiones. Han pasado ciento once años y 809 premios
nobel entregados hasta hoy día. Solo 35 han sido para mujeres, entre las cuales
se encuentra Irene Curie, quien en 1935 al igual que su madre recibió el nobel
en Química.
¿Porqué
tan pocas mujeres aparecen en la historia oficial del premio nobel?
El mundo
de la ciencia ha sido esquivo al mundo femenino, eso lo sabemos gracias a los
estudios sobre la historia de la educación y la ciencia.
La
relación mujeres y ciencia aun resulta rara y peligrosa a los ojos de ciertas
culturas, ideologías y religiones para las cuales, somos seres “inferiores” a
quienes demasiado saber nos cae mal.
A pesar
de ello, las mujeres han persistido como en el caso de la doctora Nubia Muñoz,
una patóloga de la Universidad del Valle dedicada por más de medio siglo a
investigar la causa del cáncer uterino y a encontrar la vacuna para prevenir el
papiloma humano. La revista Arcadia de noviembre del 2013 destaca que a pesar
de la trascendencia de su trabajo científico, el nombre de la doctora Muñoz es
menos conocido y divulgado que el de Manuel Elkin Patarroyo, cuya vacuna contra
la malaria sigue todavía en fase de ensayo y sin aprobación por la FDA.
Las
mujeres científicas no tienen el reconocimiento público que merecen en
Colombia.Muchas mujeres en este
continente no acceden a la educación superior en condiciones de equidad y menos
a los grandes centros de investigación. A pesar de ello persisten en su
búsqueda. Al igual que cientos de miles de mujeres que anónimamente cultivan a
diario la vida cultural, económica y política de este país.
Se
aproxima la conmemoración del 8 de marzo, día internacional de la mujer
trabajadora y repaso imágenes recientes de hace dos o tres años para resaltar
que esta fecha se ha venido convirtiendo
por cuenta del mercado -que todo lo vende y todo lo compra- en una pobre exaltación de los rasgos
definidos como naturalmente femeninos en oposición a los que no lo son. Cada
semáforo en las esquinas de la ciudad se atiborra de baldes con rosas que
celebran la belleza, ternura, entrega y sensualidad naturalmente femeninas. La
inteligencia no se celebra, desde la edad media eso es más bien un asunto
punible que mete a las mujeres en problemas.
Ciento
diez años después del nobel de la Curie, la española Rosa Montero presentó su
última novela “La ridícula idea de no volver a verte” en la cual recoge la
biografía de nuestra querida Marie. Con una seria pesquisa histórica y su buena
literatura, nos sorprende con datos que llevan a una dolorosa conclusión. A
pesar de los importantes e invaluables aportes de Marie Curie en la comprensión
de la radioactividad, ella fue víctima de los prejuicios morales que
amordazaron su voz y estropearon su imagen dada su condición de género. Su
trabajo no obtuvo nunca el mismo aprecio que el de su esposo Pierre, y su
segundo nobel en Química en 1911 fue un
evento solitario y triste para la joven viuda.
* Docente. Coordinadora Centro de Estudios Interculturales. Universidad del Cauca, Popayán
(Colombia).
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